miércoles, 23 de febrero de 2011

Se me olvidaba

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Para: florecita_rockera83@hotmail.com
Asunto: Se me olvidaba.
Fecha: Jue, 10 Feb 2011 10:37:59 +0000
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Oye, te aviso:



Aún estoy en el trabajo y desde hace rato entiendo que no voy a llegar a casa. Le pides a mi hermana Claudia que te entregue las cosas. Las guardé con paciencia y cuidado. Todo apenas cupo en la caja de zapatos que dejaste en mi casa. Sí, donde venían los de gamuza que tardamos como siete horas en encontrar. Esos por los que recorrimos todo el puto centro comercial y que desde luego, sólo te pondrás un par de veces como siempre. Es gracioso porque recordé que esa vez no te podías aguantar y enseguida te los llevaste puestos. Metí en la caja tu disco de Devendra Banhart, el ensayo de Monett que te hice ( es para entregar mañana) y la asquerosa biografía de Warhol. Ya sabes lo que pienso de todo eso al respecto.

Recuerda que tú tienes la llave de mi cuarto. No se te ocurra dejársela a mi carnala por que siempre que se mete roba mis discos. Por cierto, también te llevas tus películas de Gaspar Noé que olvidaste el domingo. Esas con las cuales siempre alardean tú y tus pendejitos amiguitos del CENART. Si, por eso nunca te quise acompañar a tus fiestas, a tus exposiciones y a tus pedas. Tu ambiente es más pinche falso y detestable que los programas de concursos. Hoy todo mundo es artista sin talento. Además, ya sabes que siempre los pongo en vergüenza.

Si quieres, puedes tomar unos libros del anaquel. Es hora que ya dejes de leer a Kundera y a Le Clezio. Ya sabes que los de Fante y los de Selby son los únicos que no se tocan. Aunque ya sé que no te gustan, de todas formas te aviso. A veces cuando voy en el pesero se me viene a la mente lo que siempre dices y me da risa: « A ti te gustan puros escritores bien pelados ». Algún día sabrás lo que pasa con la literatura y te vas a dar de topes por haber leído puras barrabasadas. Además no le hagas, si tú siempre eres bien pelada cuando estás a solas conmigo.

Te dejo unos molletes en el refrigerador y un poco de sopa en el toper. Apenas la hice ayer por la noche. Seguro que aún está buena. Ya sabes que tengo buena mano en los guisos. Con eso de que eres una inútil en la cocina y lo justificas diciendo que eres una mujer moderna, uno nunca sabe si cenas o no. Cuando llegues, levanta tu ropa y tiende tu cama. Recuerda que los genios también saben tender su cama.

Por cierto, recoges las pinches capsulas para los cólicos que están junto al buró de mi cama. Esas por las que me hiciste ir al Samborns a las tres de la mañana. Si las ven por ahí, seguro que van a pensar que me estoy drogando de nuevo o que ya te volviste a tomar las pastillas de emergencia. Acuérdate que sólo se toman cada seis horas. No le vayas a hacer como tu madre pensando que son pinches caramelos. Por eso estás quedando igual de hipocóndriaca.

Le das vuelta a la perilla de la lavadora y le echas el jabón de baja espuma. Ese que tiene una lavadora en el empaque para variar. No te vaya a pasar lo de la otra vez y termines haciendo un reguero de agua y espuma por echarle del otro.

Si pretendes andar de metiche en mis notas, de una vez te aviso que ya oculté todo y no te voy a decir dónde. No quiero que cuando yo no esté, se las enseñes a tus pendejos amigos y que después les digas que por eso estás conmigo. Mañana no creo ir a la fiesta. Dile a Raúl que me disculpe. No estoy de humor para que me hagas de nuevo otra escenita y me gritonees dejándome solo como pendejo en medio de la fiesta.

Ya puedes llevarte tu camiseta y tu short que está bajo la cama para lavarlos. Aunque sigas pensando que soy un degenerado, la verdad es que el olor de tu sudor es una de las cosas por las que siempre te he pedido que duermas conmigo.

Ayer Joaquín me dijo que te vio besándote con Mariano en la Faucultad. Te dije que yo no tenía pedos con eso. Te dije que yo no sentía celos pero que cuando pasara me dijeras para yo hacerme a la idea.

¿Sabes? hoy me remonté a cuando nos conocimos. Nada más al recordar la cara de pendejo que yo tenía ese día y lo linda y buena que parecías en la casa de Román me dio mucha risa y la verdad, medio se me paró la riata.

Me acuerdo que tardé más de un año en lazarme. Fue muy bueno la primera vez que te dije te quiero. Todos estaban en la fiesta de Mauricio y justo cuando te lo dije en la mesa, la rola se acabo. Todos escucharon y comenzaron a reírse.

Ahora entiendo por qué últimamente ya no querías que te tocara la espalda o te sabroseara en la calle como te gustaba antes. De todas formas eso ya no viene a cuento. Ya andábamos muy mal desde hace mucho.

Te dejé las llaves del coche atrás del microondas. No quiero que mi hermana lo agarre para la peda de mañana. Siempre lo choca. El recibo del teléfono está detrás de la bocina del estéreo. Tienes que pagarlo antes de las diez de la mañana. Te deseo mucha suerte con el ensayo para mañana. Después de todo, siempre sacas diez con las tareas que yo te hago.

Maneja con cuidado. Ya duérmete que mañana va a ser un día muy pesado. Te escribo de una vez porque sé que seguro llegarás a sentarte frente a la computadora y usar el puto internet. Ni como negarlo ¿verdad?

Parece que hoy comenzó una buena temporada en el trabajo. Por eso tengo mucho y voy a salir más tarde. Pero ya casi acabo. Después saldré a buscar un lugar adecuado. Espero que no te sientas sola. Me hubiese gustado que sintieses la emoción que yo siento en este instante al tener entre mis manos una fría, cromada y pesada calibre cuarentaicinco. De cualquier modo, no me preocupo.
Creo que me alcanzarás pronto.

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